Lo consideran como una de las grandes jóvenes promesas del cine europeo. Y no sin razón, porque Kantemir Balagov se ha establecido, en su corta carrera, como un director importante en el panorama de cine europeo. A sus tan solo 28 años Balagov ha rodado dos largos y ambos se han llevado premio en Cannes.
Su segunda película, Una Gran Mujer (Dylda) estrenada en 2019, ha sido la que ha puesto a Balagov en el punto de mira de público y crítica. La película, con un presupuesto considerable, ha sido producida por Alexander Rodnyansky, importante productor ruso de tanto grandes éxitos comerciales como películas independientes (Leviathan (Andréi Zviáguintsev, 2014), Machete Kills (Robert Rodriguez, 2013) o Cloud Atlas (Lana & Lilly Wachowski, Tom Tykwer, 2013)).
A pesar de que en sus dos filmes, Balagov investiga ideas similares, con personajes femeninos como protagonistas y con una narrativa de corte social; el presupuesto y el estilo posicionan estas películas en lugares muy diferentes. Y son los lugares donde se han rodado que señalan claramente la diferencia de presupuesto: una rodada con bellos exteriores de San Petersburgo, la otra en interiores desconocidos en la ciudad perdida de Nalchik, en el Cáucaso del Norte. Aún así ambas han ganado el mismo premio, el FRIPRESCI en la sección de Un Certain Regard del Festival de Cannes.
Aunque se podría escribir un extenso artículo sobre los aciertos del joven director ruso en Una Gran Mujer (Dylda), en este artículo señalo la habilidad como director de Balagov para transformar los problemas de un pequeño presupuesto en los puntos fuertes de su primera película. En Demasiado Cerca (Tesnota), su ópera prima, demuestra una destreza como director que ya lo establecieron como joven promesa en 2017. La película muestras las pinceladas firmes de un narrador que sabe lo que quiere y cómo lo quiere, y que el presupuesto limitado no le eximen de hacer su trabajo.
Este drama cuenta la historia de Ilana, interpretada por Darya Zhovner, una chica de 24 años que trabaja en el taller de su padre en Nalchik. Una noche, tras celebrar el compromiso de boda de su hermano menor, David, la familia sufre una gran desgracia. David y su prometida son secuestrados. La familia busca ayuda en la comunidad judía para poder pagar el rescate. A cambio de esta ayuda, la familia debe hacer unos sacrificios que ponen en riesgo los sueños e independencia de Ilana.

Tesnota (2017)
La película toma como temas centrales la independencia de la mujer protagonista, la presión familiar, y el contexto socio-cultural de la región del Cáucaso en la Rusia de los 90, con una población muy divida en diferentes clanes religiosos.
Durante la trama Ilana se mueve en la pantalla inquieta e imparable, de una forma que evoca a los personajes femeninos de los Hermanos Dardenne. La primera característica que recuerda el bajo presupuesto es el uso de la cámara en mano, más rápida (de rodar) y barata. Balagov usa esta técnica a su favor, ya que la cámara en mano juega un importante rol en acompañar el nerviosismo de Ilana. Ella lucha por tomar sus propias decisiones, busca libertad e independencia en una comunidad tradicional y hermética moviéndose sin parar. La cámara, moviéndose con ella, obliga a la audiencia a acompañarla y sentir, literalmente, su intranquilidad.
Además del uso de la cámara en mano, se añade el interesante formato de la pieza, el 4:3. Este formato, menos apaisado, más rectangular, tiene menos espacio en los laterales y por lo tanto hay menos escenario que mostrar. Funciona bien en Demasiado Cerca porque obliga a concentrarse en el retrato de los personajes, poniendo menos atención en los escenarios o paisajes, ahorrado el coste de tener que decorar tales espacios. Además, Balagov rueda usando en la mayoría de planos lentes largas. La imagen se aplasta de una forma casi bi-dimensional, poniendo énfasis en las caras y las expresiones de los personajes, y en su gran carga emocional. La película huye formalmente del fondo a través de la cámara y un diseño de sonido seco y vacío, ya que lo relevante se muestra en primera línea y es esto a lo que se debe prestar atención.
Muchos de los planos enmarcan, en una composición efectiva, a Ilana en el centro con escorzos de sus padres a ambos lados del plano, utilizando el formato y la selección de lentes para revelarla atrapada entre unos padres tradicionales y poco dispuestos a escucharla. De la misma forma, Balagov muestra a la familia atrapada en situaciones que involucran a la comunidad judía a la que pertenecen, con escorzos y primeros planos. Los miembros de la familia miran fuera de cuadro y la cámara tan solo muestra sus expresiones perdidas y desesperadas. Balagov obliga a la audiencia a sufrir con los personajes, pero también a imaginar qué hay mas allá de lo que muestra la cámara, sin tener que mostrarlo y por tanto ahorrándose tal coste.

Tesnota (2017)
Ilana, empujada por la falta de colaboración familiar, se refugia de su familia y sus desgracias con su pareja. En la relación de Ilana con Zalim (Nazir Zhukov), Balagov tiene la oportunidad de explorar una temática de gran interés: las imposibles relaciones entre diferentes clanes y etnias que se desarrollaron tras el desmembramiento de la URSS. Recuerda a unos Romeo y Julieta rusos, que se tienen que ver a escondidas ya que la familia de Ilana no acepta la relación.
Una de las secuencias en las que Ilana huye de su familia ocurre en una gasolinera, donde los amigos de Zalim se entretienen bebiendo y viendo la televisión, e Ilana les acompaña incomoda. Esta secuencia contiene otro gran detalle, barato en términos de presupuesto, pero extremadamente efectivo. Las discusiones políticas entre los integrantes de esta pequeña fiesta culminan cuando todos observan absortos una cinta de VHS. El vídeo, que se muestra en un plano único, es real como explicó Balagov en una entrevista, y presupongo que no debió de tener que pagar derechos (a saber dónde lo encontró) dada la naturaleza del vídeo. Muestra unas decapitaciones escalofriantes de soldados rusos en la antigua Chechenia. Momentos después, algunos de los colegas de Zalim justifican estas atrocidades y discuten sobre la guerra y el nacionalismo. El traumático vídeo en pantalla tiene un efecto imponente sobre la audiencia, y la pequeña discusión es suficiente para representar en un proceso barato y muy efectivo el conflicto étnico y cultural en el que Ilana vive.

Tesnota (2017)
Desgraciadamente, el resto de esta secuencia está mal iluminada, quizás por esa falta de presupuesto, y quizás por una localización problemática. La falta de iluminación, muchas veces sin poder ver la expresión ni los ojos de los personajes, distrae de lo que es importante, las caras y expresiones dramáticas. No se entiende si Balagov quiere que la audiencia experimente la torpeza de esta situación social, o que se deshumanicen a estos personajes silenciosos que beben a altas horas de la noche de una gran botella de plástico. La larga duración de esta secuencia y la falta de dinamismo crea un momento incomprensible en relación a la historia de nuestra protagonista, pero sin duda la memoria del terrible vídeo perdura y Balagov transmite de forma efectiva la complejidad del problema de las tribus de la región.
Por último, cabe destacar que el reparto es también una de las grandes destrezas de Balagov en ambos filmes, demostrando que las películas se hacen con personas, personajes con sueños y pesadillas. Darya Zhovner que interpreta a Ilana hace su debut en esta película. Balagov elige actores y actrices no conocidos, o incluso no profesionales, como también lo hace en Una Gran Mujer, y consigue en este proceso de por lo visto riguroso ensayo, una representación muy natural y casi inexpresiva de los sentimientos de los personajes. Los abrazos y gestos de cariño toman una importancia perturbadora cuando la actuación es tan naturalista y huye de cualquier posibilidad melodramática. Y sin duda le es más barato que contratar a importantes estrellas del cine ruso.
Balagov es una promesa del cine europeo, y esta ópera prima demuestra que sabe hacer buen cine. Sabe muy bien cómo contar una historia y conoce perfectamente las herramientas del lenguaje cinematográfico, las conoce tan bien que puede permitirse ciertos errores, como una producción de sonido barata y poco profesional. Pero demuestra que es el entusiasmo, la energía y un afán por hacer lo que mueve el cine hacia delante, y no el presupuesto. La ventaja de ser un cineasta con poco presupuesto es la libertad, libertad a contar cualquier historia.
El cine de Balagov puede servir de ejemplo para la nueva generación de cineastas, que cada vez producen más contenido de bajo presupuesto, pero con gran valor y potencial de entretener e inspirar. En estos días de crisis es importante tener energía y ambición para crear cine, días en los que rodar puede ser difícil, pero como demuestra Balagov, no imposible.

Tesnota (2017)
Ambas películas de Balagov, Una Gran Mujer y Demasiado Cerca están disponibles en Filmin, como también está, First I uno de sus primeros cortos en Youtube.
Pablo Garrido Carreras ve muchas películas. En algún momento, Pablo, espera poder hacer sus propias películas. Por ahora, Pablo escribe sobre las películas que ve.
Imagen de portada: Tesnota